Los tratamientos de algas se han establecido en el mercado de spa desde hace décadas; pero a menudo se pasan por alto los beneficios reales de su uso y la importancia en la salud y la belleza. A continuación, discuto algunas de las razones clave por las que ya no puede ignorar las terapias con algas marinas.
Spa Technologies ofrece tratamientos faciales antienvejecimiento para el cuidado de la piel basados en las propiedades restauradoras y antioxidantes de las algas marinas. Voy a ampliar esto para incluir todas las algas marinas, desde el plancton microscópico hasta las gigantescas algas marinas del Pacífico que crecen hasta alcanzar la asombrosa longitud de 180 pies. Las algas marinas brindan antienvejecimiento debido a su riqueza en la entrega de los componentes básicos de la vida: minerales y oligoelementos directamente a la capa de células basales de la piel. El cobre, el zinc, el manganeso, el fósforo y el magnesio son vitales para la síntesis de fibras de colágeno y fibronectina. Por lo tanto, estos elementos ayudan a reafirmar la matriz de soporte conectivo de la piel aumentando la firmeza y el tono de la piel.
El papel de las algas marinas
Las algas marinas también son ricas en una amplia gama de antioxidantes para proteger la célula contra los agresores ambientales como la radiación ultravioleta, la contaminación, el tabaquismo y la nutrición deficiente. Entre los antioxidantes más potentes se encuentran una variedad de polifenoles, carotenoides, astaxantano, luteína, vitaminas E y C y muchos más. A esto se suman iones marinos como el selenio que neutralizan los radicales libres. Los carotenoides y polifenoles también demuestran absorbencia UV para desviar los efectos dañinos del sol.
Cuando hay daño, existe una amplia gama de enzimas fotoliasas en el plancton y las algas pardas que se ha demostrado clínicamente que reparan el daño en el ADN nucleico y el ADN mitocondrial. Todas nuestras cremas y sueros tienen estas enzimas extraídas del plancton y las algas Laminaria que funcionan dentro de las 2 horas posteriores a la aplicación (estudio de la Universidad Heinrich Heine; estudio de la Universidad Estatal de Ohio).
Las algas marinas también son ricas en polisacáridos que son poderosos en el rejuvenecimiento de la piel. La L-fucosa es el más destacado de estos polisacáridos y los estudios realizados por la Facultad de Medicina Pierre et Marie Curie de París han demostrado su eficacia. Otras propiedades de los polisacáridos es que son antiinflamatorios y brindan una súper humectación a la piel. (Hay otras propiedades de los polisacáridos cuando se toman internamente, como reducir el colesterol sérico, propiedades antitumorales, diluir la sangre, etc.)
Algunas algas como Dictyopteris y wakame nos brindan propiedades para aclarar la piel sin los efectos secundarios citotóxicos de la hidroquinona. Estos se encuentran en nuestro programa luminoso.
Estas son solo algunas de las razones de peso para recurrir a las algas marinas para el rejuvenecimiento de la piel. Sin embargo, la mayor parte del interés por las algas marinas gira en torno al cuidado del cuerpo; en concreto tonificación corporal, desintoxicación y reducción de celulitis.
La mayoría de los spas con los que hemos estado trabajando comenzaron con envolturas corporales de algas marinas como el tratamiento preferido para adelgazar y desintoxicar. (En el caso de los spas con bañeras de hidroterapia, esto también se aplica a ellos) Gran parte de la popularidad de este tratamiento se puede atribuir a la creencia de que reducirán la apariencia de la celulitis. En parte esto es cierto. Las algas marinas contienen una serie de principios activos encargados del adelgazamiento y la evacuación de la linfa. El yodo es el primer ingrediente que viene a la mente. Este oligoelemento es el encargado de impulsar el metabolismo de las grasas entre muchas propiedades que tiene y que comentaré más adelante.
Además, las algas pardas como Laminaria y Fucus contienen un pigmento llamado fucoxantina que también contribuye en gran medida al aumento del metabolismo de las grasas. Laminaran, que es un polisacárido que se encuentra en las algas pardas, mejora la circulación, lo cual es abundantemente evidente después de cada tratamiento corporal. La apariencia de la piel es más suave y el color de la piel muestra un tono radiante y uniforme que realza la apariencia general de las piernas. Por último, los altos niveles de magnesio y calcio ayudan a reducir la retención del exceso de líquidos responsable de la hinchazón, la hinchazón de los tobillos y la exacerbación de la celulitis.
Sin embargo, existen razones más convincentes para recurrir a las envolturas corporales de algas marinas que la mayoría de los terapeutas de spa no necesariamente conocen. Esa es su capacidad para ayudar a prevenir la aparición de ciertas enfermedades degenerativas. Esto nos lleva de vuelta al contenido de yodo de las algas pardas. El yodo como todo el mundo sabe es responsable del buen funcionamiento de la glándula tiroides. La glándula tiroides regula el metabolismo y apoya las funciones inmunitarias del cuerpo. Sin embargo, hace más. Según los investigadores de la UCLA, el yodo regula los niveles de estrógeno ayudando a mantener un equilibrio hormonal adecuado. La capacidad de este elemento va directamente a prevenir la aparición de quistes en los senos y el útero. Además, estos estudios sugieren que el yodo de las algas marinas es el elemento clave responsable de la baja incidencia de cáncer de mama y de útero entre los asiáticos que consumen grandes cantidades de algas marinas ricas en yodo.
Se ha demostrado que todos estos elementos (yodo, magnesio, calcio, cobre, zinc, etc.) atraviesan la barrera corneal de la piel y entran al cuerpo. Estudios clínicos realizados por la Universidad de Rennes en Francia (y posteriormente replicados por la Universidad de Burdeos), demostraron de manera concluyente que los microelementos penetran en la piel por su tamaño infinitesimalmente pequeño y también por su ionización que facilita su paso.
En total, las algas marinas son un almacén de los poderes nutritivos y curativos del océano. Su química orgánica asegura que el cuerpo reciba el concentrado más perfectamente equilibrado de los elementos del mar haciéndolos biodisponibles para el cuerpo y biocompatibles.
En conclusión, las algas marinas ofrecen al terapeuta de spa un amplio menú de servicios potenciales. Desde tratamientos antiedad para el cuidado de la piel y rosácea hasta tratamientos adelgazantes y desintoxicantes con algas marinas; baños de hidroterapia y exfoliaciones corporales también son populares utilizando los elementos del mar. También hay elementos que aclaran la piel que se encuentran en las algas pardas como Wakame y propiedades de relleno de la piel (labios y senos) en las algas Dictyopteris.
En cuanto a las contraindicaciones, la que sigue apareciendo es la alergia al yodo. El yodo es el más incomprendido de todos los elementos. Según estudios que incluyen UCLA, la mayoría de los estadounidenses tienen una deficiencia de yodo. La dosis diaria recomendada de yodo es de 150 UI en los Estados Unidos. Está más cerca de las 10.000 UI en Japón, donde experimentan una décima parte de la incidencia de cáncer de mama. Las alergias asociadas con los mariscos generalmente giran en torno a ciertas proteínas que se encuentran en los mariscos... no en el yodo. Sin embargo, la percepción puede ser la realidad. Para aquellos que todavía son escépticos, ofrecemos un tratamiento de algas rojas y arcilla. Las algas rojas y las algas blancas contienen dosis bajas de yodo, lo que las hace muy adecuadas para las personas con sensibilidad percibida a este elemento vital. Mezclamos estas tres formas de algas para crear máscaras faciales y envolturas corporales que permiten que los spas lleguen a un público más amplio.
Para concluir, recurrimos al océano que nos rodea para restaurar, reponer y purificar el océano que está dentro de todos nosotros. Invitamos al océano sanador a entrar en nuestros cuerpos para mejorar nuestra calidad de vida y desarrollar nuestra resistencia contra los agresores ambientales que envejecen y nos brindan un Escudo Ecoprotector Marino. Los subproductos del cuidado del océano: piel radiante, cuerpos firmes y tonificados; aumento de energía y una mejor calidad de vida.
